Ja!
He hecho muchas mudanzas en mi vida, muchas. La primera que recuerdo fue cuando se divorciaron mis padres, mi madre se fue a casa de mi abuela y mi padre alquiló un piso. No recuerdo demasiado de esa mudanza. A los pocos meses mi padre cambio de piso y ahí si que recuerdo haber estado empaquetando y preparando cosas, pocos meses después se volvió a cambiar. Yo tenía trece o catorce años.
Cuando tenía quince años mi padre decidió irse a Mallorca y yo me fui con él. Esa fue mi primera mudanza "a lo grande" metimos todas las cosas en un camión y allá que nos fuimos. En los cinco años que viví en Mallorca con mi padre, cambiamos de casa tres veces, luego con veinte años decidí volver a Valencia, a casa de mi madre, otra mudanza.

Cuando encontré un piso medianamente aceptable, hice la que pensé sería mi última mudanza. Pinté lo que pensé que serían las últimas paredes y colgué lo que creía que serían las últimas barras de cortina.
He cambiado muchas veces de casa, supongo que eso hace que no esté muy apegada a los sitios. De todas las mudanzas que he hecho no recuerdo ninguna con especial ilusión, mas bien al contrario, algunas han sido muy amargas. En ninguna de ellas he sentido que me mudaba "a mi casa". He vivido en muchas casas pero en ninguna de ellas he tenido sensación de hogar. He comprado muebles, pintado paredes, cambiado interruptores, colgado cortinas, porque era algo que había que hacer para hacer el lugar habitable, pero en ninguno he tenido la sensación era algo mio, de que fuera mi hogar.
Ahora estoy a tres días de liarme la manta a la cabeza otra vez, me voy a 600 km a empezar lo que espero que sea el resto de mi vida con mi pastelero, que ha conseguido sin pedírmelo que haga justo lo que juré que no volvía a hacer, meterme otra vez en el berenjenal de cambiar mis cosas de sitio y de hacer algunos cambios en casa.
La única diferencia es que esta vez me muero de ganas, aunque nada más llegar vaya a ponerme a pintar paredes!!