04 agosto 2009

El momento más feliz de mi vida


Si preguntas a la gente que tiene hijos cual ha sido el momento más feliz de su vida, la mayoría contestarán que fue cuando nacieron sus hijos, hay gente que dirá que el dia de su boda, o cuando les tocó la lotería.

Yo evidentemente he vivido momentos felices, guardo muchos recuerdos con cariño, vivencias muy especiales que he compartido con gente muy especial. Pero como no tengo hijos, ni me he casado ni me ha tocado nunca la lotería creo que el momento más feliz de mi vida, ese momento en el que creo que llegue a conocer la felicidad absoluta fue cuando me miré en el espejo después de que me cortaran el pelo y vi que ¡¡por fin!! me habian cortado el pelo "a lo chico".

Cuando mi hermana y yo eramos pequeñas a mi madre le gustaba vestirnos igual y llevarnos con el pelo largo porque quedabamos monisimas las dos, tan igualitas. Hasta llegó a aclaranos el pelo con camomila, tanto que hay fotos en las que aparezco de un rubio que ni Marilyn...

Mi hermana encantada de la vida porque era una niña rosa a la que le gustaba llevar falda y las cosas de color rosa, pero yo era un chicazo, me gustaba llevar pantalones y hacer todo lo que hacian los niños. ¿Conoceis a Georgina el personaje de "Los cinco"? una niña que quiere ser un niño y que va vestida como tal y se hace llamar Jorge, pues yo era igual, quería ser un niño y me vestía y actuaba como un niño, lo malo era el pelo, con una melena larga poco podía parecerme a un chico.

Cada sábado se montaba en mi casa el mismo drama, yo quería ponerme pantalones, mi hermana falda y a mi madre le daba lo mismo siempre que fueramos iguales.... una de las dos terminaba llorando a moco tendido.

No tengo ni idea de porque quería ser un niño, supongo que como mi padre quería un niño y se tuvo que conformar con dos niñitas ocupé un poco ese lugar.

La lucha que tenía en la peluquería con mi madre era siempre igual, yo quería el pelo corto y me madre quería que me cortaran sólo las puntas... lo máximo que conseguí alguna vez era que me cortaran una melenita por debajo de las orejas, eso muy masculino, no era.

Pero recuerdo un día, en que no sé si porque mi madre ya estaba cansada de discutir y que cada visita a la peluquería fuera un drama, o si fue que ya era más mayor y decidió que ya podía decidir sobre mi pelo o si es que simplemente se despistó y no le dijo a la peluquera lo que quería.

El caso es que a mi, cuando me preguntó la peluquera como lo quería yo le conteste lo de siempre: "A lo chico". Y la peluquera se puso a cortar, yo no podía creermelo cuando vi que metía la tijera y se ponía a cortar con ganas, estaba callada y como dicen las novelas románticas, trémula de emoción. Para cortarme el flequillo me puso de espaldas al espejo así que no pude ver el resultado hasta que terminó.

Cuando me dí la vuelta y me mire al espejo.... joder, aquello fue autentica felicidad :)

Otro día os contaré como me hice con unos guantes de boxeo...