Desde que tengo menos tiempo he observado una cosa curiosa, ahora que no puedo entrar a comentar tan habitualmente como lo hacía antes muchos de los blogueros que me comentaban han dejado de hacerlo aunque observo que siguen "activos" vamos que me encuentro sus comentarios en otros blogs.
Así que deduzco que sus comentarios solo estaban hechos "para devolver el favor" Que como yo ya no comento en sus blogs, ellos dejan de comentarme. Pues bien, que nadie se sienta obligado a comentar por el simple hecho de que yo les comente, yo seguiré leyendo los blogs que me interesen y comentando en los que me apetezca.
Cierto es que hay blogs que no comento porque han dejado de interesarme o porque no comparto lo que dicen, eso no quiere decir que no lea los posts que publican, sólo quiere decir que considero más prudente no dar mi opinión. Pero sigo siendo seguidora y comentaré cuando lo encuentre oportuno. Incluso alguno hay que no leo pero continuo siguiendo.
Llamarme rarita, pero prefiero pocos comentarios sinceros que muchos comentarios vacíos. Y eso no quiere decir que no me encante que me comenten aunque sea el típico comentario de "hola, estoy aquí" pero siempre y cuando se haga "porquesi", no para que yo entre a dejar un comentario.
La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella
