Fuimos en total cuatro amigas a una convención de StarGate, un día de estos os descubriré mi lado friki, de momento con que sepáis que era la primera vez que viajábamos juntas es suficiente.
Nos alojamos en el mismo hotel de la convención, dos en cada habitación, las camas eran estrechitas y muy altas y estaban juntas, con unos edredones gordísimos que hacían que parecieran redonditas, como la cama de Heidi, yo no sé si era la forma de la cama o la tela de los edredones pero todo el rato que pasábamos encima de las camas charlando o viendo la tele yo acababa escurriéndome entre las dos camas.
Aprovechamos evidentemente para hacer un poco de turismo por Londres, en una de estas salidas nos cruzamos con señor haciendo deporte al que no tardamos en bautizar como "el hombre esperpento" ¿Por qué lo bautizamos así? muy sencillo, ¿Habéis visto alguna vez ese documental del National Geographic del lagarto que anda sobre el agua? pues este señor era extremadamente delgado e iba enfundado en una especie de mallas amarillas ajustadas y corría igual que el lagarto. Por si alguien no lo ha visto, aquí os dejo este vídeo. Os podéis imaginar el descojone ante tan peculiar individuo.
Estábamos haciendo un reportaje de video de todo el viaje, esa noche mientras A y M se acercaban al McDonals a comprar la cena, V y yo nos quedamos en la habitación, yo tenía un resfriado importante, de hecho creo que tenía hasta fiebre, pero claro no era cuestión de perderse el viaje por un simple resfriado. Decidimos inmortalizar en vídeo lo sucedido a lo largo del día y comenzamos a narrar la historía del hombre esperpento, para ilustrar mejor el vídeo, decidimos que yo correría imitando al hombre mientras V iba narrando la experiencia.
Hasta ahí todo normal, lo malo fue cuando empezamos a grabar y a recordar al hombre esperpento, con sus pintas corriendo feliz por el parque, no lo pude evitar, me dio una ataque de risa, creo que ya he comentado alguna vez que a mi cuando me entra la risa soy incapaz de parar, menos mal que no me suelen dar estos ataques a menudo. Lo peor no fue el ataque de risa, lo peor es que estaba revolviéndome encima de las camas en pleno ataque de risa cuando empece a toser con una tos de esas que te dan cuando tienes un buen resfriado, de esas que te ahogas y no puedes respirar y te parece que vas a morir ahogada, no contenta con esto hice un movimiento brusco y note un dolor terrible en la pantorrilla, me había dado un calambre!!!! y para más inri me estaba escurriendo entre las dos camas, yo creía que no saldría de esa y lo peor de todo es que no podía dejar de reír. Por lo menos iba a morir contenta.
Allí estaba yo, al borde de una muerte por asfixia, retorciéndome entre la risa y el dolor y creeis que V se asustó y vino a ayudarme? no.... la muy #t@x¬&h no paraba de grabarme mientras de tronchaba de la risa y retransmitía el evento "en directo"
Ten amigas para eso.....